Arquitectos: Camprubí i Santacana / Estela Camprubí Amat y Eugènia Santacana Ubicación: Monroyo / Mont-roig, Teruel, España Fecha: 2009 Fotografías: Jaime Font Furest y Hotel Consolación
Un nuevo hotel se levantó el año pasado en el corazón de Matarraña en Teruel, España. Este sector queda en las afueras de la ciudad, por eso las paradas habituales en la zona para comprar jamón o recoger frutas silvestres podrán ser alargadas y ya no sólo será un lugar de paso.
El hotel diseñado por la oficina Camprubí i Santacana, es un proyecto innovador que rehabilita una antigua ermita del siglo XVI, que contiene los servicios y áreas comunes, y construye diez nuevas habitaciones a modo de cabañas individuales.
Las cubos individuales son revestidos de madera y se ubican a 100 m del núcleo central del hotel, sobre una ladera cubierta naturalmente de romero y tomillo. Les llamaron kubes y tienen 36 metros cuadrados; suelos cerámicos negros, una tina construída en obra y una chimenea. Cada cubo tiene una gran ventana orientada al oeste y una terraza, enmarcando una vista hacia la ladera cubierta de pinos, logrando una intimidad total.
Todos los espacios en el núcleo central son fexibles e interconectados para generar una unidad. Así, el área de descanso puede ser usado como un salón o espacio de encuentro y la recepción se convierte en una barra de noche.
La cocina es también un punto de encuentro en el Hotel. Está abierta en todo momento y siempre hay alimentos y bebidas disponibles. El desayuno, el almuerzo y la cena son servidos en un comedor remodelado, hecho de piedra, madera, acero y cristal; los platos están diseñados en base a productos estacionales de Matarraña.
El diseño interior se caracteriza por ser esencial y cómodo. La mayor parte de los muebles fueron construidos en obra como parte de la arquitectura. Materiales cálidos y nobles como el pino y el wengue se combinan con cubiertas metálicas y predominan en los dormitorios y también en el núcleo central.
El proyecto finaliza con una piscina exterior con vista al paisaje. Este grado de aislamiento sería imposible en un hotel normal, es por eso que el punto de partida del hotel fue generar espacios agradables y que entreguen tranquilidad.
